Todas las religiones manejan dos discursos, el esotérico y el exotérico.
la práctica regulada, especialmente en el Antiguo Testamento,12 pero también en el Nuevo Testamento. A los esclavos israelitas masculinos se les ofrecía la libertad tras seis años de servicio con determinadas estipulaciones, sin embargo, si el esclavo era extranjero, él y su descendencia pertenecían a la familia dueña de forma perpetua excepto en casos determinados.
La regulación de la esclavitud en la Biblia y la ausencia de
una condena absoluta de la misma como institución, fue utilizada más adelante
para justificar la esclavitud por sus defensores.1011 Los abolicionistas
también han utilizado textos del Nuevo Testamento para argumentar sobre la
manumisión o liberación de los esclavos bajo determinadas circunstancias.
Conversión a esclavo/a
En el antiguo Medio Oriente, las personas cautivas obtenidas
en la guerra eran convertidas en esclavas y la ley del código del Deuteronomio
lo veía como una forma legítima de esclavitud, siempre y cuando los israelitas
no se encontraran entre las víctimas.16 El código del Deuteronomio establece
la pena de muerte para el delito de secuestro de israelitas para
esclavizarlos.17
Ya que los israelitas no se involucraron en guerras a gran
escala, la captura directa no era la fuente principal de esclavos.18
El Código de Santidad del Levítico permite explícitamente la
participación en el comercio de esclavos.19 Además, los residentes
no-israelitas que hubieran sido hechos esclavos eran tratados como un tipo de
propiedad que puede ser heredada.19 Los residentes extranjeros se incluían en
este permiso y podían tener esclavos israelitas.20
También era posible nacer esclavo;21 si un esclavo
israelita había tenido una mujer dada por su dueño, entonces la mujer y los
hijos que resultaban de la unión quedarían como propiedad del dueño, según el
código de la Alianza.22 En cualquier caso, el texto no especifica la
nacionalidad de la mujer y el teólogo baptista John Gill (1697–1771),
referencia al rabino David ben Solomon ibn Abi Zimra (Jarchi)23 como
sostenedor de la idea de que se refiere al matrimonio con una mujer cananita
como concubina.24 El teólogo del s. XVIII Adam Clarke sostuvo que existía una
ley israelí según la cual si un esclavo israelí "tenía hijos con una mujer
cananita, esos hijos deberán ser considerados cananitas únicamente y pueden ser
comprados y vendidos como esclavos para siempre".25
Esclavitud sexual y conyugal.
La esclavitud sexual, o ser vendida como esposa era algo
común en el mundo antiguo. El Antiguo Testamento no sanciona la actividad
sexual fuera del matrimonio,26 la toma de concubinas como esposas secundarias
estaba permitido2728 y un padre podía vender a sus hijas solteras para
servir, con la expectativa de que el dueño o su hijo pudieran querer casarse
con ellas. Los estudiosos judíos y cristianos entienden que este hecho hace
referencia a la venta de hijas que no hubieran llegado a la edad de doce años y
un día.29
Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá como
suelen salir los siervos. Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por
esposa, permitirle ha que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño
cuando la desechare. Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella
según la costumbre de las hijas. Si le tomare otra, no disminuirá su alimento,
ni su vestido, ni el débito conyugal. Y si ninguna de estas tres cosas hiciere,
ella saldrá de gracia sin dinero.
Éxodo 21:7-11
Cuando se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te
hubiere servido seis años, al séptimo año le despedirás libre de ti.
Deuteronomio 15:12
Nuevo Testamento
Los escritores del Nuevo Testamento mencionan actitudes
subyacentes respecto a la esclavitud: Los amos cristianos llamaban hermanos o
hermanas a los esclavos cristianos, sin embargo, en ningún texto se condena la
institución. El Nuevo Testamento ordenaba a los amos que mostraran compasión,
justicia y paciencia. La posición de ellos como amos significaba
responsabilidad y servicio, no opresión y privilegio.
En varias epístolas paulinas como Efesios 6 y Colosenses 4,
se entregan reglas de convivencia no solamente para los esclavos cristianos
sino también para los amos cristianos. Los esclavos, en última instancia, son
responsables ante Dios, su Amo celestial y les recomienda trabajar duro para
sus amos (Tito 2:9 y Colosenses 3:22),3031 y en última instancia, son
responsables ante Dios, su Amo celestial. Pero los amos deben hacer con ellos
lo mismo, es decir, como personas gobernadas por un Amo celestial (Efesios
6:9).
Dada la igualdad espiritual de esclavo y libre, los esclavos
hasta asumían cargos de liderazgo en las iglesias. El ministerio de Pablo
ilustra —cuando él saluda a la gente por nombre en sus epístolas— cómo en
Cristo no hay esclavo ni libre. Algunas de estas personas habían usado
comúnmente nombres de esclavos y de libertos. Por ejemplo, en Romanos 16:7,9 él
se refiere a esclavos tales como Andrónico y Urbano (nombres corrientes para
esclavos) como parientes, compañeros de prisiones y colaborador. El Nuevo
Testamento se refiere a la esclavitud de una manera contraria a la de los
aristócratas y filósofos como Aristóteles, quien sostenía que ciertos humanos
eran esclavos por naturaleza (Política I.13).
Las epístolas paulinas recordaban a los amos cristianos que
no debían maltratarlos sino más bien tratarlos como hermanos y hermanas en
Cristo. Se hacía un llamado a los amos humanos para que concedieran justicia y
rectitud a sus esclavos (Colosenses 4:1). De un modo sin precedentes, se
trataba a los esclavos como personas moralmente responsables (Colosenses 3:22-25)
que, al igual que sus amos cristianos, eran hermanos y formaban parte del
cuerpo de Cristo (1 Timoteo 6:2).
En un versículo de la Epístola a los gálatas, Pablo de Tarso
expone las consecuencias raciales y religiosas, sociales y humanas del mensaje
que predica:
Ya no hay judío ni griego;
ni esclavo ni libre;
ni hombre ni mujer,
ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Pablo de Tarso, Epístola a los gálatas 3:28
En expresión de Joseph A. Fitzmyer, «este versículo
constituye el punto culminante de la carta de Pablo».32 Los análisis de este
versículo son abundantísimos. Con todo, el marco histórico-cultural en que
Pablo lo escribió parece un elemento necesario para su comprensión. Juan Leal
lo expuso así:
Recuérdese la división enorme que existía en el mundo del
evangelio. De un lado estaban los judíos; de otro, los griegos, que eran los
gentiles civilizados: de un lado, los hombres libres y de otro, el ejército
inmenso de los esclavos, que no eran personas; de un lado, el marido, y de
otro, la mujer, que era comprada.33
Juan Leal
El teólogo alemán Gerd Theissen señaló que solo se puede
medir la dimensión del avance que este versículo significó en el siglo I si se
consideran las diferencias sociales que menciona.34
En la liturgia cristiana, libres y esclavos celebraban
juntos; los esclavos pueden ser ordenados sacerdotes (el papa San Calixto había
sido esclavo); el matrimonio de los esclavos es reconocido.
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